La batalla no tenía cuando terminar y todo iba en favor de
los troyanos, fue entonces cuando Patroclo, el aprendiz y amigo entrañable de
Aquiles le pidió que lo dejara pelear, había entrenado mucho para eso! Aquiles
le dijo: Ya, anda!, y hasta le ofreció que usara su armadura, Ay! Pero para que
lo hizo … cuando Patroclo apareció en el campo, todos creyeron que era él
obviamente y se alejaron, el único valiente que salió a enfrentarlo fue Héctor
y acabó con el rápidamente. Todo se hizo silencio.
Pronto se darían cuenta que el cadáver no era de Aquiles
sino de Patroclo, y cuando Aquiles se enteró, Ay! para que te cuento ... peor que
una madre a la que le mataron su único hijo, jamás vieron mis ojos un hombre tan
encolerizado y furioso como estaba Aquiles, salían chispas y humo por ojos, nariz y orejas; éste fue rápidamente a la carpa de Agamenón a decirle que
inmediatamente regresaba a pelear. Estaba desesperado por acabar con Héctor!
Aquiles partió como un rayo a Troya, en donde ya se
encontraba Héctor despidiéndose para siempre de su esposa e hijo, el sabía que
Aquiles era invencible y que su muerte estaba próxima, no podía hacer nada al
respecto, pero como el mismo dijo: “Las responsabilidades de la guerra incumben
a todos los hombres de Troya y más a mí” … así que salió para enfrentarlo con
valentía y estoicismo pero una vez que estuvo frente a él Uy! la furia de
Aquiles llenó de miedo a Héctor a quien no le quedó otra que hacer su mejor
esfuerzo, todo su pueblo estaba pendiente de sus movimientos. Desde el Olimpo
Zeus veía todo cual partido de fútbol … el sabía que la balanza de la muerte se
inclinaba hacia Héctor así que le dijo a Apolo que dejara de protegerlo porque
su hora había llegado. Aquiles no tardó demasiado en atacar mortalmente a
Héctor.
Una vez que Héctor yacía muerto, Aquiles perforó sus pies y
ató unas cuerdas entre estos y su carro, y lo arrastró hasta su campamento, ahí
lo tuvo por 12 días, y cada mañana hacía lo mismo, lo arrastraba frente a las
murallas de Troya para humillarlo más y más.
A los dioses no les gustó nadita este show que armó Aquiles
con el cuerpo de Héctor así que determinaron que Hermes le dijera a Priamo que
entrara al campamento griego y que le solicitara a Aquiles el cuerpo de su
hijo, Hermes le dijo al rey de Troya que él lo protegería de cualquier ataque. Así
lo hizo, armado de valor Príamo se internó en la carpa de Aquiles y le rogó que
le devolviera el cuerpo de Héctor, éste finalmente cedió y así pudieron darle
los funerales propios de un príncipe. Troyanos y griegos hicieron una tregua de
nueve días en las que se celebrarían los funerales tanto de Patroclo como de
Héctor.
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