domingo, 10 de marzo de 2013

50 - ¡AY, PANDORA!

Para los griegos Pandora (cuyo nombre significa: Portadora de Todo) fue la primera mujer mortal, fue creada por Hefesto y por MI, por orden de Zeus, quien buscaba la manera más dolorosa  eficaz de castigar a los mortales por el robo del fuego que les daba el conocimiento. 

Todos los dioses Olimpicos le otorgamos a la bella chica un don especial. Por tanto, recibió entre otras cositas: la gracia, la belleza, la habilidad manual, el ingenio, la sabiduría, la armonía, etc. Pero Hermes susurró discretamente sobre su corazón la mentira y el engaño (los dioses estamos lejos de ser perfectos chicos!). Hefesto la modeló a imagen de las diosas inmortales, por lo tanto, la mujer era HERMOSA!

Bueno, una vez dotada de todas las cualidades necesarias, Zeus llamó a Pandora y le entregó un cofre bellísimo cerrado herméticamente y la envió a presentarse en la morada de Prometeo y ofrecerse como esposa suya. A continuación Pandora, muy obediente, descendió a la Tierra, golpeó la puerta de Prometeo y éste, al abrirla, se encontró con el ser más bello que hubo visto jamás. Entonces ella dijo: "Mi nombre es Pandora, me envía Zeus, quien quiere que tengas la amabilidad de aceptarme como esposa tuya". Prometeo (después de desmayarse y volver a levantarse!) dudó unos momentos, ... puesto que la muchacha era sumamente atractiva, pues que hacía ahí buscándolo a él, que no era precisamente un modelo de belleza ... pero finalmente concluyó en que seguramente se trataba de alguna truculenta trampa de Zeus y no la aceptó.

Entonces, como el intento de instalar a Pandora en casa de Prometeo había fallado, Zeus la envió a casa del hermano, llamado Epimeteo. Lejos de tener la sagacidad de Prometeo, Epimeteo tenía fama de ingenuo, incluso ... como decirlo ... ¡¡ era un tonto de aquellos !!. Y bueno, efectivamente lo era, porque a pesar de las advertencias de Prometeo le había hecho de no aceptar nada, nada, nada de Zeus, apenas Epimeteo abrió la puerta y vio a Pandora, lo único que pasó por su mente fue unirse a ella, poco importaba si era bajo las leyes del matrimonio o no (se las dio de liberal), entonces así fue como se casaron. 

Con el correr del tiempo y la monotonía de la vida que llevaba, la curiosidad comenzó a crecer dentro de la cabecita de Pandorita y el contenido del cofre le intrigaba más y más (claro, era mujer, ¿¿recuerdan?? pues era muy muy curiosa). Y bueno, también instigadora, porque finalmente Pandora convenció a su marido de abrir el cofre que le habían dado en el Olimpo, pensaron que incluso podría tratarse de un regalo de matrimonio ... ¡claro! gran idea ...así fue como entre los dos lo destaparon y ¡OMG! ... para que lo hicieron ... quedaron entre horrorizados y estupefactos, cuando vieron pasar frente a sus ojos un interminable desfile de monstruos y diablillos portadores de enormes males para la humanidad como: la vejez, la locura, la ociosidad, la enfermedad, etc., que rápidamente se esparcieron e instalaron por todo el mundo. 

Pandora se apresuró a cerrar el cofre, pero fue muy tarde porque ya todo había salido, lo único que pudo quedar adentro fue el Espíritu de la Esperanza, último recurso de consuelo que les quedaría a los mortales en los tiempos más difíciles.