Chicos, no todo era muerte y
sangre en esta guerra, también hubieron historias de amor (si, amor a su estilo
claro) como la de Aquiles y Briseida y algunas menos afortunadas como la de Agamenón y Criseida (ahí si nada de amor). Ambas muchachas eran sacerdotisas del templo de Apolo
en Troya (más puras que el Aceite de Oliva)
El último año de combate fue el
más sangriento y desgarrador. Problemas y angustia para conseguir agua y comida
tanto en Troya como en el campamento griego, no faltaban los enfrentamientos
armados y sacrificios a dioses diversos para ver si les caía algo del cielo
(literalmente). Entre todo este caos los griegos capturaron algunos troyanos
que pasaron a ser sus prisioneros, entre ellos se encontraban dos jóvencitas
llamadas Criseida y Briseida, ambas sacerdotisas del templo de Apolo, Criseida
fue entregada a Agamenón y Briseida fue entregada a Aquiles (si, así sin mas,
como quien entrega un cachorro a su dueño). Cuando el sacerdote Crises se
enteró de que su hija estaba en campamento enemigo no dudó un instante y fue a
reclamarla. Llegó hasta la carpa que ocupaba Agamenón y pidió que se la
devolviera. Agamenón se rio de él en su cara y claro .. rechazó de plano el
pedido (a fin de cuentas estaban peleando por el rapto de un troyano a la
esposa de un rey aqueo no?). El sacerdote entonces imploró a Apolo para que lo
ayudara a vengarse del ultraje, los insultos y la burla que recibía de parte de
los Aqueos. Apolo se compadeció del anciano y envió una lluvia de flechas que
devastó el campamento aqueo convirtiéndolo en una playa repleta de cadáveres
atravesados.
Esta masacre acarreó un nuevo
problema de orden “práctico y logístico” por así decirlo, resultaba imposible
quemar diariamente la totalidad de los cuerpos, lo que generó putrefacción y en
pocos días causó la propagación de pestes y enfermedades a los griegos que aún
permanecían con vida. Entonces decidieron consultar con el adivino Calcante
para que les dijera que hacer! Antes de decir palabra alguna Calcante solicitó
protección de Aquiles e informó que las muertes masivas de los griegos
terminarían solo cuando Criseida fuera devuelta a su padre. Todos estuvieron de
acuerdo por supuesto en hacerlo más rápido que volando. Sin embargo, Agamenón
no estuvo de acuerdo con esta condición y aceptó devolver a Criseida solo con
la condición de llevarse a Briseida, la esclava de Aquiles “a modo de canje”.
En medio de gritos de dolor y una atmósfera pestilente, Criseida corrió hacia
Troya, donde finalmente se reunió con su padre y tal como Apolo lo había
prometido, el ejército griego comenzó a restaurarse.
Mientras tanto Agamenón envió
un par mensajeros a la carpa de Aquiles para sacar a Briseida. Aquiles estaba molestísimo,
porque se había enamorado de ella!! y
les dijo que no volvería al combate hasta que le devolviesen a la esclava, como
la vieron?
No se había enamorado de ella, solo era su esclava favorita, realmente se enamoró de Ifigenia a primera vista, en ninguna historia griega leerás que Aquiles intentó salvar a una mujer, eso sin entrar en detalles sobre la relación entre él y Patroclo.
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